El Calendario Maya que desarrollaron los Mayas es mucho más exacto que nuestro actual calendario gregoriano. Éste estaba basado en dos calendarios: el Haab Cafric, de 365 días y un calendario sagrado: el Tzol, de 260 días “signo”.
Ambos formaban un engranaje entre el tiempo solar y lunar. El año maya se dividía en 13 lunas o ciclos lunares de 28 días que corresponden a una lunación completa. Estas 13 lunas sumaban el total de 364 días, siendo el 365avo día consagrado a fiestas, y se lo llamaba “Día del Tiempo fuera del Tiempo”, o sea, no se lo contaba en el mes lunar. Este día se corresponde nuestro calendario gregoriano al día 25 de julio.
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Las 13 lunas tomaban el nombre de animales que eran de importancia para los mayas, y estos animales son: Luna del Murciélago, Luna del Escorpión, Luna del Venado, Luna de la Lechuza, Luna del Pavo Real, Luna del Lagarto, Luna del Mono, Luna del Halcón, Luna del Jaguar, Luna del Zorro, Luna de la Serpiente, Luna de la Ardilla y Luna de la Tortuga.
El Haab Cafric, combinado con el calendario sagrado Tzol, el cual estaba formado por meses de 20 días o “Uinal”, y 13 “sellos” (correspondientes a las 13 lunas) daban características distintas a cada día, en una rueda calendárica de 52 años. Esta diferenciación de cada día, lo convertía en un evento especial, que asumía carácter profético, por ejemplo dando al recién nacido, características especiales según su día de nacimiento.
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El calendario como veis adopta el esquema lógico “13 meses x 28 días=364 días”; aunque para lograr algo de sincronía con el calendario gregoriano, ya impuesto por la costumbre y la informática, el calendario comienza en Aries 1 (1 de marzo), de modo que termina el 28 de febrero (Piscis 28) añadiendo un dia o dos según sea año bisiesto. Los nombres de los meses no corresponden exactamente con las constelaciones del zodíaco, pues se ha añadido el nombre de la constelación de Ophiucus entre Escorpión y Sagitario, aunque sea por añadir sal a la polémica sobre si esta constelación es o no un signo zodiacal, astronómicamente hablando. Si añadimos que eso deja en nuestro país un periodo de vacaciones del 1 al 21 de marzo (vacaciones de invierno), prácticamente estaremos comenzando, al igual que todas las creaturas vivientes, nuestro año laboral en plena primavera.
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