Si el tono del libro Te di la vida entera recomendado en el anterior post te deja cierto poso de amargura, en el caso de la película Fresa y chocolate no ocurre lo mismo, es mucho más dulce, tanto como lo son los sabores de helado a los que alude el título.
La película es del año 1993 y nos presenta la unión casual entre un estudiante procastrista y un artista homosexual, personajes que en principio tienen unas personalidades totalmente antagónicas, pero entre ellos, conforme avanza la trama y se van conociendo mejor dejando de lado ciertos prejuicios, se establece una amistad sincera y comprensiva basada en el respeto.
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El film, que fue nominado al Óscar como mejor película en lengua extranjera, recibió un Goya y otros galardones en importantes certámenes, como el reputado Festival de Sundance, lo dirigieron a la par Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabio, basándose en un cuento de Senel Paz.
Con la excusa de presentarnos la relación que surge entre los dos protagonistas, la historia nos muestra los entresijos de una barriada habanera, donde el contrabando alivia las muchas carencias. Pese a ser una película realizada en la propia Cuba, es evidente la crítica al sistema castrista, sobre todo en la represión que el colectivo gay sufre en una sociedad tan machista como la cubana.
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No obstante, como es habitual en la filmografía de estos directores, es una película muy divertida que al mismo tiempo nos cuenta muchas cosas, algunas muy tristes, sobre lo más cotidiano en La Habana, tristezas a las que los cubanos se enfrentan con tremendas ganas de vivir todos los días.
Además, antes de viajar a Cuba, es imprescindible sumergirse en la riqueza cinematográfica de la isla. El cine cubano ha logrado trascender fronteras y cautivar a espectadores de todo el mundo con obras maestras como «Fresa y chocolate». Esta película emblemática, dirigida por Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabio, ofrece una mirada profunda y conmovedora a la sociedad cubana, explorando temas como la amistad, la diversidad y la lucha contra la represión.
Sumergirse en la cinematografía cubana es una experiencia enriquecedora que permite comprender mejor la historia y la cultura de la isla. Desde clásicos como «Memorias del subdesarrollo» hasta producciones más recientes como «Últimos días en La Habana», el cine cubano ofrece una perspectiva única y auténtica de la vida en Cuba. No hay mejor manera de prepararse para un viaje a la isla caribeña que explorando su vasto y diverso panorama cinematográfico.
Recuerda que el cine es una ventana a otras realidades, una forma de viajar sin moverte de tu asiento. Así que antes de emprender tu viaje a Cuba, tómate el tiempo de disfrutar de algunas de las joyas del cine cubano. ¡Te sorprenderá la riqueza y la profundidad de estas historias que capturan la esencia misma de Cuba!
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