La isla iraní de Kish está situada en el Golfo Pérsico. Su extensión es de 91,5 kilómetros cuadrados y es parte integrante de la provincia de Hormozgān. Por su situación de Zona Libre de Comercio, actualmente constituye un auténtico paraíso del consumismo, cuenta con innumerables comercios, atracciones, tiendas y magníficos hoteles.
El número de habitantes estimados es de 20.000 que actualmente residen en la isla y aproximadamente un millón y medio de turistas acuden a la isla todos los años. Posee una climatología de tipo semi-ecuatorial y una vegetación tropical. El tiempo es muy seco aunque durante los meses de octubre hasta abril se suaviza y sus temperaturas oscilan entre los 18 y los 25º.
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A lo largo de la historia se le ha llamado con diversos nombres: Arakia, Ghiss, Arakata y Kamtina. Posee una situación geográfica importante que actuó como un puente para otras civilizaciones como la asiria y la elamita en la navegación desde Susa, a lo largo del río Karun, hasta el golfo Pérsico y por la costa meridional, transitando por las islas de Qeshm, Ormuz y Kish.
En la década de los noventa el gobierno iraní ha impulsado una campaña para desarrollar Kish y convertirla en un homónimo competidor de Dubái y de Doha. Para ello se ha profundizado en la construcción en masa y creando proyectos para atraer a los inversores extranjeros.
Para incrementar el turismo; dentro de la zona de libre comercio las leyes islamistas se suavizan más que dentro del continente. La población está compuesta de un significativo número de cristianos y musulmanes.
https://youtu.be/AzHglwBExZ4
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