La historia de la producción de vino en el país es de larga data. El buen clima en torno a Ciudad del Cabo, ya en tiempos de la fundación de la ciudad, la elaboración estaba presente de la mano de las pioneras autoridades.
Hoy, la producción del vino es una de las más reconocidas a nivel mundial, tanto en cantidad como en calidad. A apenas dos horas de la capital, existen excelentes bodegas y viñedos en un marco paisajístico muy bonito. Las rutas del vino en Sudáfrica se concentran en ésta región, una zona conocida como Winelands, con capital en Stellenbosch, el segundo asentamiento europeo más antiguo de Sudáfrica.
La ciudad, y sobre todo sus valles (Stellenbosch, Paarl y Franschhoek) conforman las tierras del Vino del Cabo. Son responsables de gran parte de la producción de 1.000.000.000 de litros de vino anualmente. Desde Stellenbosh, se puede emprender la ruta del vino homónima, que desde 1971 es un destino turístico de lo más concurrido, y reconocido a nivel mundial.
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El clima mediterráneo, los veranos calientes y los inviernos no tan intensos, permitieron junto al clima soleado el milagro del vino de Sudáfrica. En la zona de Winelands, abundan bodegas adaptadas a los nuevos tiempos, con fincas que permiten el alojamiento con comodidades como spas. Sudáfrica y el vino evidentemente van de la mano, incluso para el turismo y la posibilidad de conocer el interior del país.
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