Muchas veces la gente que suele beber no conoce de donde provienen los licores que están ingiriendo. No es un común denominador, pero sucede en muchos casos. La importancia de saber el lugar de origen, radica en que esto nos ayuda a reconocer la calidad de la bebida que encanta a nuestro paladar.
Así si usted quiere tomar un buen whisky, sabrá que el escocés no tiene competencia. O si desea un buen ron, sabrá que el caribeño es el más destacado, sobre todo aquellos que se producen en Cuba, Puerto Rico y en algunos casos Venezuela. Definitivamente su calidad no tiene comparación. Y ni que hablar del pisco, elaborado en el Perú, sobre todo en la zona de Ica y Pisco.
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Cuando hablamos de bebidas alcohólicas de Rusia, el vodka es indiscutiblemente un ícono, pero hay mucho más en el panorama de bebidas espirituosas rusas y tradiciones de fermentación. En efecto, Rusia no solo se lleva el premio al mejor vodka. El país del filete Strogonoff y las sopas calientes ha perfeccionado a lo largo del tiempo su arte cervecero, produciendo algunas de las mejores cervezas del mundo. Estas bebidas pueden competir sin problema con las cervezas alemanas y, en general, con las europeas, incluyendo la famosa Cerveza Baltika, la más común de Rusia, y vaya que tiene un grado alto de alcohol.
La cerveza artesanal rusa también está ganando reconocimiento a nivel internacional, con microcervecerías emergentes que están creando estilos únicos y sabores innovadores que atraen a los aficionados de esta bebida. La diversidad de la cerveza rusa es amplia, desde las cervezas ligeras y refrescantes hasta las cervezas oscuras y robustas, cada una con su propia historia y perfil de sabor.
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Como dato adicional te contamos que la sede de la fábrica de Cerveza Baltika se ubica en la ciudad de San Petersburgo, una urbe que no solo es famosa por su arquitectura y su historia rica, sino también por su vibrante escena cervecera. Los amantes de las cervezas pueden encontrar una variedad de bares y pubs que ofrecen degustaciones y recorridos por cervecerías locales, donde la Cerveza Baltika es a menudo una de las estrellas.
Los rusos tienen la sabia costumbre de embotellar sus cervezas en envases de medio litro. La cerveza Baltika no es la excepción. Sus diseños varían en color, dependiendo del grado de alcohol, que lleva una numeración del uno al trece. Es decir, la Baltika 1 lleva la etiqueta de color verde, la 3 de color azul, la 5 de color marrón con rojo. Usted se preguntará a qué responde esta numeración. Pues esa es una de sus peculiaridades. Como la cerveza Baltika ofrece dos tipos, el tipo rubio y la cerveza negra, entonces los números impares responden a la cerveza rubia y los pares a la negra.
Adentrándonos aún más en la cultura cervecera rusa, descubrimos que las técnicas de fermentación y los ingredientes locales juegan un papel crucial en la singularidad de la cerveza tradicional rusa. Ingredientes como el centeno y la avena, junto con métodos de fermentación especiales, contribuyen a la creación de cervezas con cuerpo y sabor distintivo que reflejan la identidad de esta nación.
Para aquellos interesados en explorar el mundo de la cerveza más allá de sus fronteras, Rusia ofrece una experiencia inmersiva con su variedad de cervezas premium y su creciente comunidad de entusiastas de la cerveza artesanal. Si alguna vez se encuentra en un viaje por este país inmenso y culturalmente rico, no deje de probar la auténtica experiencia cervecera rusa, donde cada sorbo cuenta una historia diferente.
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