Un país tan grande como complejo (desde un punto de vista social, político y geográfico) va a marcarte para siempre una vez lo hayas visitado.
La diferencia entre un viaje muy interesante y un viaje aburrido (o incluso agobiante) está en algo tan simple como en tener la información adecuada. De este modo ahorrarás tiempo y dinero y no te llevarás decepciones o chascos, o incluso algo peor: darte cuenta al final de tu viaje que pudiste estar haciendo algo interesante cuando gastaste tu tiempo en cosas aburridas.
A continuación puedes ver un pequeño resumen de las cosas que más valen la pena y definitivamente tienes que tomar en cuenta al planificar tu viaje a Kenia:
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Safaris
Para muchos, el safari es la principal razón para venir a Kenia. Kenia goza de la reputación de ser el “país safari” de África. De hecho la enorme variedad de paisajes y vida silvestre entre los parques nacionales lo hacen un país único y diferente a otros destinos de este tipo en Sudáfrica y Namibia.
Ver la migración de ñus
Cada año, entre julio y octubre, la migración de ñus tiene lugar entre Tanzania a Kenia. Dadas sus proporciones, se le ha llamado el mayor espectáculo de vida silvestre en la tierra.
Cada año, cientos de miles de ñus se reúnen súbitamente en las llanuras del Serengeti de donde comienzan su viaje a lugares más verdes. Después de hacer un gran recorrido a través de Tanzania y Kenia, vuelven al Serengeti, ya estando un poco mas repuestos desde la última vez que los animales estuvieron por aquí.
El punto donde tienen los ñus que cruzar el río Grumeti es el lugar de concentración de turistas que acuden cada año (casi que de igual manera que los ñus) a observar esta marcha majestuosa de la naturaleza.
Visitar una aldea tradicional
Muchas de las tribus en Kenia todavía viven casi del mismo modo que lo hacían hace siglos, aun estando conscientes y teniendo a mano las ventajas de la civilización.
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Los masáis son la tribu keniana mas famosa hoy en día. Ellos, a sabiendas del interés creado en los turistas, ofrecen recorridos culturales y “experiencias tribales” que incluyen conversaciones con los sabios ancianos de la aldea, bailes tradicionales y compartir una taza de té. Los pocos masáis que hablan inglés no pierden la oportunidad de convertirse en guías turísticos.
Ten en cuenta que mucha gente considera a los turistas como una máquina de fabricar dinero, por lo que espera que te intenten vender cualquier cantidad de cosas, desde adornos corporales hasta objetos insólitos como pisapapeles fabricados con “deposiciones” de ñu.
Toma un viaje en globo
La perspectiva y serenidad que da un globo aerostático es algo único, sobre todo si lo que se admira son las vastas planicies africanas. Si bien los viajes de 3 o 4 horas rondan los 300 euros, puedes sentir la exclusividad de haber visto la naturaleza como muy pocos y, para mí lo que es lo principal, dejando un impacto ambiental casi nulo.
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Senderismo por el Monte Kenia
Ir a la cima casi vertical del Batían es sólo para los expertos, pero cualquiera con una mínima preparación puede llegar a recorrer senderos que van hasta los 4000 metros sobre el nivel del mar.
La experiencia de ver como poco a poco la vegetación cambia de llanura a bosque tropical y luego a vegetación de montaña es algo único y te permite ver lo frágil que puede llegar a ser el ecosistema sometido a pocos cambios, como un par de cientos de metros de altura.
Lo lamentable de un viaje a Kenia es que por mejor que te documentes, siempre te van a quedar cosas por hacer.
No te pierdas las danzas tradicionales masai. Desde luego un espectáculo digno de ver:
https://youtu.be/L5zAuifvbKA
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