La inmensa geografía rusa ofrece al visitante escenarios de todo tipo. No en vano, con sus más de diecisiete millones de kilómetros cuadrados, es el país más extenso del mundo. Una de las riquezas naturales de Rusia son sus lagos, que albergan enormes depósitos del agua dulce.
Explorar los lagos de Rusia es sumergirse en un viaje de descubrimientos naturales y culturales. Estas masas de agua no solo son importantes reservorios de biodiversidad, sino también destinos turísticos que ofrecen actividades como la pesca, el senderismo y la observación de la vida silvestre.
Cerca de la frontera con Finlandia, se encuentra el Lago Ladoga, el mayor de Europa. Abarca una superficie de 435 kilómetros cuadrados y contiene más de seiscientas islas. A través del Río Neva desemboca sus aguas en el Mar Báltico. Tiene una especie autóctona de foca, llamada foca del Ladoga. En sus alrededores hay monasterios ortodoxos famosos por su arquitectura y su significado histórico, atrayendo a visitantes interesados en la rica herencia cultural de la región.
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El Lago Baikal, en Siberia, contiene el veinte por ciento del agua dulce del planeta. Es conocido como “La Perla de Asia” por la calidad de sus aguas. Es el lago más profundo del mundo. Totalmente rodeado de montañas, tiene 22 islas, entre las cuales destaca Oljón. Alberga más de mil variedades de plantas y más de mil quinientas especies de animales. Alrededor de trescientos ríos, algunos de ellos contaminados, lo alimentan: El Selenga, Jiloh, Udá, Sarma, etc. Entre las curiosidades del lago se puede mencionar que contiene suficiente agua como para inundar la tierra firme del planeta con una capa de veinte centímetros. O que si dejara de recibir agua súbitamente, tardaría cuatrocientos años en secarse.
El Lago Baikal no solo es un tesoro natural por su biodiversidad y profundidad, sino también por ser un destino popular para los amantes de los deportes acuáticos y el ecoturismo. Los turistas pueden disfrutar de cruceros por el lago, inmersiones en aguas frescas y cristalinas y caminatas por senderos que ofrecen vistas panorámicas impresionantes.
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El Onega, al norte, es el segundo lago más grande de Europa, con una superficie de casi diez mil kilómetros cuadrados. Contiene más de mil trescientas islas y se nutre de sesenta ríos. La ciudad de Petrozavodsk está situada en la orilla oeste del lago. Al norte se encuentra el archipiélago de Kiji, declarado Patrimonio de la Humanidad por las dos iglesias del siglo XVIII que allí se encuentran. Este lugar es un imán para los aficionados a la fotografía y a la historia, que buscan capturar la esencia de la arquitectura de madera rusa y la serenidad de sus paisajes naturales.
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El Mar Caspio, por ser un mar endorreico, sin salida, es considerado un lago. Se extiende al sur de Rusia, entre Europa y Asia. Su superficie, de más de 370 mil kilómetros cuadrados lo convierte en el lago más grande del mundo. Está alimentado por el Río Volga y el Ural. En sus orillas encontramos las ciudades de Bakú, Astara, Astracán, Atyrau y Derbent. Es rico en recursos energéticos (petróleo) y de sus aguas se pesca el esturión para elaborar caviar.
Los entusiastas de la historia y la geopolítica encuentran en el Mar Caspio un fascinante estudio de caso debido a su importancia estratégica y sus reservas de recursos naturales. Además, las aguas del Caspio son ideales para la navegación y el turismo de playa, con resorts y balnearios que ofrecen una experiencia única en la región.
El Peipus, al norte, es el cuarto mayor lago de Europa y se encuentra en la frontera rusa con Estonia. Con 3500 kilómetros de superficie, se explota para la pesca. Más allá de su importancia económica, el lago Peipus es conocido por sus impresionantes paisajes naturales y por ser un destino tranquilo para aquellos que buscan escapar del bullicio de la ciudad y disfrutar del contacto con la naturaleza.
Los lagos rusos son verdaderas joyas que merecen ser descubiertas. Cada uno de ellos cuenta una historia diferente y ofrece una experiencia distinta, haciendo de Rusia un destino obligado para aquellos que buscan aventuras en la naturaleza y un profundo entendimiento de las maravillas que el mundo tiene para ofrecer.
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